Hacía mucho que se había ido lejos de mi vida, en el espacio y en el corazón, pero estaba ahí y de vez en cuando aparecía, cuando ella quería... y yo era féliz.
Ahora, a solas con mis pensamientos, llena todos los espacios de dulces recuerdos de infancia, de porqués, de añoranzas y pesares.
Es un dolor profundo: en las entrañas, en el corazón, en el cerebro.
Sí, ahora se ha ido para siempre.
Me dejan sin palabras esas elocuentes frases que brotan del corazón.
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