Un día llegué a ti
por la ruta pintoresca
desde lo alto admiré
tu candor y tu belleza.
Tus gentes, son muy alegres
en sus vidas cotidianas,
te entregan, todo su ser
sin pedirte a cambio nada.
Se bien, que nació en ti
la cuna de la alegría
con tus fiestas lo reflejas,
cada hora y cada día.
Tu forma de hablar, graciosa
con ¡ma pai,! por ejemplo,
Y una bandera, muy tuya,
es algo que llevas dentro.
Nunca decaigas, Candás,
ni un minuto ni un año,
y todo, el que se acerque a ti,
tiéndele alegre la mano.
Bella composición, deja el aliento a querer conocer más.
ResponderEliminarSaludos