miércoles, 2 de noviembre de 2011


Dedicamos la mañana a visitar Baeza: la Plaza del Pópulo, el Ayuntamiento, la Plaza de Santa María, la Catedral, el Palacio de Jabalquinto, la Puerta de Úbeda, la Universidad Antigua, el Palacio de los Majorada y algunas iglesias, no todas. Es una ciudad monumental. Se nota que alcanzó su máximo esplendor en el Renacimiento y es de suponer que debido a que en aquellos tiempos producía todo lo que daba riqueza: cereales y olivares, a lo mejor hasta viñedos, que ya sería la "repera".



















































































El día era estupendo lucía el sol y como, la verdad, a mí el arte renacentista no es que me inspire mucho, le sugerí a Carlos que pasáramos de ver Úbeda y siguiésemos camino y aceptó a la primera. Comimos en el restaurante del día anterior un bacalao bastante bueno y seguimos nuestro camino. Cogimos una carretera que unía Úbeda y Jaén, bastante maleja y, olivos, olivos y olivos ambientados con un fuerte olor a refinería de aceite. Decidimos no parar en Jaén y tomamos dirección a Granada.












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