domingo, 6 de junio de 2010

LÁGRIMAS SECAS. Por Marisa Valledor

Hoy quiero escribirte; lejos de tú mirada desafiante.
Mis ideas se rasgan pensando en ti, no puedo concentrarme.
Aún retumban en mi mente, los lamentos y lagrimas de tu madre.
Su mirada de un deseo oscuro contra mí.
Abrazos, besos, llantos, duelo.
Mis lágrimas están secas,
Adopto con las yemas de mis dedos las que derrama el espejo del baño cada mañana.
Te has ido sin saber que tu fuerza crece en mí ser.
Las rosas suplicantes de tu último perdón están marchitas; sus pétalos salpican el libro con el que cada noche olvidaba tú rabia, abrazada a su relato.

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