martes, 10 de noviembre de 2009

EL MAR . Fotografía de Michael Gyapong



El mar, la mar… ¿Qué importa el sexo?
Mi juguete de infancia.
La música de fondo de mi primer beso de adolescente: furtivo, pecaminoso, tímido, inocente.
Cómplice en la crianza de mis hijos, en esos años gozosos de proyectos y esperanzas.
Rumor sordo en la despedida a veinte años de convivencia, a veces feliz y a veces dolorosa.
Asombrada espectadora de ese otro beso: maduro, vengativo, sensual y tierno.
Compañera ineludible de cortejos vagabundos.
Paisaje, música, aroma… salobre y húmeda.
Inmutable y distinta a cada instante

No hay comentarios:

Publicar un comentario