miércoles, 21 de abril de 2010

LAS AMIGAS

Cuando la vida se sosegó y dejé de tener todo el día ocupado.
Cuando mis hijos ya tienen hijos, y me siguen queriendo, paro priorizan su propia vida, como es natural.
Cuando la rutina, o el desamor o la decepción hicieron un vacío en mi alma....

Mis hermanas y mis amigas, que me han devuelto multiplicado por mil el cariño que yo pude darles, han dado a mi vida nuevas ilusiones, nuevos estímulos, colmándome de atenciones y afecto.
Algunas son amigas de toda la vida, otras exalumnas, a otras las he conocido en los últimos doce años en cursillos, charlas y todo tipo de actividades:
Luisina, que aunque se nos haya ido siempre está ahí. Mary Sol, Pilar, Gene, Ofelia, Mary, Charo, Amelia, Isabel, María Jesús, Balbina, Yareli, Delia, Paquita, Elvirina, Geles, Marisa, Amparo, Libby... Gracias por vuestra amistad.

5 comentarios:

  1. La amistad es ciertamente una de las cosas más hermosas que existe, cuando es profunda y verdadera. Hablo de la amistad incondicional, de esos pocos seres humanos que uno de vez en cuando se encuentra por la vida con los que uno sabe que puede contar al 100% cuando las cosas se ponen feas. Mis amistades también ha sido en mi vida una de la mayores fuentes de satisfacción y de fuerza externa cuando todo se derrumba por dentro. Sin embargo, hay una fuerza muy superior a esa, constante e infinita, completamente incondicional y que nunca falla. Para los seres realmente afortunados, hay una persona que esta ahí siempre, y que te permite descargar todas las responsabilidades cuando empiezan a pesar demasiado, abdicar todas las decisiones cuando son decisiones imposibles, o recogerte en un nudo y volver a ese punto en que no todo dependía de ti. Esa persona es una buena madre.

    Lo realmente extraño es que a veces cuando hablamos de nuestras madres con otras personas, les contamos lo muchísimo que las queremos, lo importantes que son en nuestras vidas, les relatamos las maravillas de su inteligencia, su buen hacer, su admirable presencia física, su gusto por la ropa, su capacidad de relación con los demás, su fortaleza, las hazañas que han realizado en su vida, su habilidad para todo tipo de cosas, como nos han inspirado, como nos han hecho las personas que somos y nos han dado todo lo que ahora nos produce orgullo propio. Sin embargo, cuando hablamos con ellas, por motivos que no llego a comprender, nos resulta difícil expresar todos esos pensamientos y emociones directamente. Quizás sea porque como dicen “donde hay confianza da asco”, y parece que no es necesario expresar lo que se siente con alguien que es como una extensión de ti mismo.

    A veces pienso que si mi madre me oyese hablar de ellas se quedaría atónita de el orgullo con el que hablo, de cómo la describo, de cómo creo realmente que hay poquísimas mujeres que le lleguen a los talones (y no porque sea mi madre). No es que sea perfecta, que errores a cometido un ciento, pero yo se desde lo mas profundo de mi corazón que si un día ella no esta ahí uno de los eslabones mas grandes que me une a este mundo se romperá y me sentiré completamente a la deriva. Y el mundo se volverá un sitio infinitamente mas oscuro y vacío, no solamente porque yo la eche de menos sino también porque habrá perdido a alguien con infinitas cualidades.

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  2. Si tu madre lee esto que has escrito será la mujer más feliz del mundo. Considerará que su vida ha tenido sentido, se le llenarán los ojos de lágridas y dará gracias a la existencia por haber parido al más marvilloso de los seres, a una mujer con corazón y con carácter que lo llena todo y todo lo ilumina.

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  3. Puede haber amas de casa, labradoras, trabajadoras por cuenta propia o ajena, pintoras… y un largo etc. pero desde luego existe una creación única, una obra de arte que siempre va firmada por sus creadoras y siempre lleva el mismo titulo hijas e hijos. Y aquí tenemos un claro ejemplo en el que la creación da las gracias a la creadora. Tanto la madre como la hija tienen que ser por lo aquí contado una obra excepcional

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  4. Gracias a ti Blanca. Eres una de las personas más sinceras y auténticas que he conocido en los últimos años, clara, como a mi me gusta que sea la gente, alguien con quien se puede hablar y que no pasa nada si disiento de ti, siempre presta para ayudar cuando se te llama. Por todo eso y por esa amistad que espero dure siempre y que no dudes que siempre que me necesites ahí estaré. Un beso y un fuerte abrazo
    Mary.

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  5. No es por insistir y dar la lata, pero Mary, te aseguro que conocerte y compartir tu amistad ha si importantísimo para mí en estos años en los que mi vida ha cambiado tanto. Eres una verdadera amiga y te quiero.

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